lunes, 8 de marzo de 2010

INDEPENDENCIA, LIBERTAD Y AUTONOMIA PARA DECIDIR SOBRE NUESTROS CUERPOS

MANIFIESTO 8 DE MARZO DE 2010

Para las mujeres de todo el mundo el mes de marzo, es un mes con alto contenido y sentido revolucionario. Hace casi cien años, mujeres de diversos países se reunieron para celebrar por primera vez el Día Internacional de la Mujer. Con ese acto se reivindicaba los derechos de las mujeres trabajadoras y se daba inicio a una pujante lucha de las mujeres por el derecho al sufragio.

Hace cien años, mujeres mexicanas, incursionaron en un movimiento revolucionario antirreeleccionista para derrocar la dictadura de Porfirio Díaz y para conquistar su derecho al voto. Desde entonces, generaciones de mujeres mexicanas han dedicado su vida a luchar contra la discriminación, la desigualdad y la exclusión del poder político.

Nada nos ha sido concedido. El derecho a la educación, al trabajo, a la salud; el derecho al voto, el derecho a elegir tener hijos o no tenerlos, el derecho a una libre opción de la sexualidad. Todos y cada uno de estos derechos, han sido una conquista, producto de una larga lucha de las mujeres, de organizaciones feministas y del movimiento amplio de mujeres.

Hoy, en pleno Siglo XXI, grupos fundamentalistas del Partido Acción Nacional, del Partido Revolucionario Institucional aliados a la Jerarquía Católica, pretenden desconocer nuestros derechos e intentan socavar, por decreto, una de las conquistas más importante para las mujeres mexicanas: nuestro derecho a decidir. El derecho de las personas a decidir sobre su reproducción y su sexualidad, es una conquista social e histórica, plasmada en el artículo 4º constitucional.

Al penalizar el aborto se institucionaliza una verdadera violencia contra los derechos de las mujeres. Se atenta contra:

-El derecho de la mujer a la privacidad;
-El derecho de la mujer a la libertad y a la autonomía;
-El de la mujer a la dignidad;
-El derecho de la mujer a la igualdad;
-El derecho a la salud (física y mental)

Además, al penalizar el aborto y criminalizar a las mujeres, se vulnera el carácter laico del Estado Mexicano, se obstaculiza el uso de anticonceptivos, el avance científico y se profundiza el déficit democrático por razón de género.

Sabemos de la intolerante e irracional posición de la Jerarquía Católica y de los Grupos Anti-derechos, al ejercicio de una sexualidad plena. Sabemos de su oposición al uso de anticonceptivos; al uso del condón; al libre ejercicio de la sexualidad y de las relaciones sexuales sin fines de reproducción. Por ignorancia y misoginia, se atenta contra nuestros derechos. Hoy estos fundamentalismos cuentan con la complicidad de la clase política del Partido Revolucionario Institucional. No lo olvidaremos. Las mujeres feministas le pasaremos al PRI la factura en las próximas elecciones.

La amnesia, parece ser un mal que se extiende a toda la clase política mexicana. Por eso, hoy les reiteramos, a los de siempre y a los que nos quieren sorprender, desde la izquierda, pactando con la Jerarquía Católica: México es un Estado Laico.

Defenderemos la laicidad del Estado Mexicano. Defenderemos el ejercicio pleno de nuestros derechos y nuestra libertad de conciencia.

Al gobierno federal, a los gobiernos estatales y a los partidos políticos les exigimos:

-Su compromiso con el carácter laico del Estado Mexicano.
-Garanticen el ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos
-Legislen para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo en todo el país.
-Impedir cualquier retroceso legislativo en los derechos de las mujeres a nivel nacional y en los demás estados de la República Mexicana.


Hoy nos pronunciamos aquí las herederas de las insurgentes, de las sufragistas, de las congresistas de Yucatán, de las primeras universitarias, de las sindicalistas, de las mujeres indígenas, de las mujeres campesinas, de las zapatistas, de las mujeres académicas y científicas, de las escritoras y artistas; de las feministas históricas. Somos las herederas de Sor Juana Inés de la Cruz, de Leona Vicario, de la Corregidora, de Laureana Wrigths, de Hermila Galindo, de Rosario Castellanos, de Graciela Hierro, de Esperaza Brito, de Cecilia Loria, de Itziar Lozano, de Nellys Palomo y de tantas otras mujeres que empeñaron su vida en la lucha por nuestros derechos.

Somos mujeres con historia. En cien años hemos trastocado ese orden jurídico, cultural y simbólico que dictaba restricciones sobre nuestros derechos. Hoy, 8 de marzo de 2010 venimos, aquí, al Ángel de la Independencia. Hoy venimos a decirle a los conservadores y a las “buenas conciencias”: ¡No cederemos un centímetro de nuestra independencia y de nuestra autonomía para decidir sobre nuestros cuerpos¡. ¡No cederemos un milímetro de nuestra soberanía, ni un centímetro de ese territorio nuestro¡. ¡Somos y seguiremos siendo dueñas de nuestros cuerpos y dueñas de nuestras vidas¡.


1.- Viva la independencia de nuestros cuerpos

2.- Viva las mujeres que nos dieron soberanía

3.- Viva el ejercicio de nuestros derechos.


¡¡¡Por la igualdad, la libertad y la vida de las mujeres!!!


PACTO POR LA VIDA, LA LIBERTAD Y LOS DERECHOS DE LAS MUJERES

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